¿Sabes cómo actuar ante un fallo de frenos o en la dirección en el coche? Toma los consejos de SPG para una conducción segura.
Estamos de acuerdo en que la seguridad en la conducción es una de las cuestiones más importantes cuando nos ponemos al volante. Solo es necesario ver la lista de accidentes que tienen lugar cada día en las carreteras de todo el mundo para concienciarnos de lo fundamental que es tener los diferentes elementos de nuestro vehículo en buen estado.
Por ejemplo, es posible que cuando estemos conduciendo percibamos ligeras irregularidades en el movimiento del volante y algunos ruidos debidos a un problema en la dirección del coche o en los neumáticos. El coche es como nuestro cuerpo, cuando está mal nos manda señales que debemos percibir para no provocar un daño todavía mayor. Es importante, por lo tanto, saber interpretar indicios de avería en nuestro vehículo.
En el caso de las vibraciones en el volante relacionadas con la dirección, las señales que envía nuestro coche son más intensas a medida que aumenta la velocidad, y plenamente detectables cuando alcanzamos los 90 km/h. Es conveniente revisar el líquido de la dirección para certificar que esta vibración se debe a un problema en la dirección.
Un mal estado en los neumáticos, en los amortiguadores o en la alineación del coche también pueden ser los responsables de estas advertencias de que el coche no está bien. Un viaje seguro está condicionado directamente con el buen estado de la dirección de nuestro vehículo. Si el volante vibra, no debes normalizar esta circunstancia: debes ponerte en contacto con un equipo profesional mecánico que pueda hacer una revisión exhaustiva de tu coche.
LOS 3 CONSEJOS PARA ACTUAR ANTE UN FALLO DE FRENOS
La diferencia entre unos frenos en buen estado o en mal estado es totalmente perceptible cuando obligamos a nuestro coche a reaccionar ante un imprevisto o en condiciones climatológicas determinadas. Es obvio que, si el estado de los frenos no es el correcto, la distancia de frenado es mayor, por lo que reaccionar a tiempo ante una colisión o un atropello es una labor más compleja.
En el manual de cualquier conductor, deben estar claras dos premisas para actuar ante un fallo en los frenos: no tirar del freno de mano bruscamente cuando estamos circulando a una velocidad alta y no apagar el motor con la intención de que el coche frene por sí solo. Toma nota de las tres acciones que pueden formar parte perfectamente de tu protocolo de actuación en este contexto.
1- Mantener la calma
Si los frenos no nos responden, lo primero que debemos hacer es actual con calma. Si conseguimos que la situación no nos venza, podremos tomar las mejores decisiones para revertir esta circunstancia adversa.
2- Avisar en la carretera
Debemos procurar dejar de acelerar y avisar al resto de conductores con las luces de emergencia. Dependiendo de las características de la carretera y la congestión de esta, podremos solucionar esta incidencia con mayor o menor dificultad.
3- Reduce marchas
Sigue pisando el freno repetidamente y, en caso de que el fallo persista, reduce las marchas para intentar desacelerar con el freno de motor. Un truco que tal vez no sabías: si ejerces una ligera pero continúa presión en el freno de mano, siempre que sea manual, el coche parará antes.
Valora en su justa medida la importancia del asegurarte el buen estado de los frenos. Según los últimos datos publicados, más de un 15% de los defectos graves detectados en las Inspecciones Técnicas de Vehículos en España (ITV) estaban relacionados con los frenos.
Tu seguridad y la de las personas que viajan contigo no tiene precio. Busca tu taller de confianza y deja que los profesionales velen por el correcto funcionamiento y mantenimiento de tu coche.