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Dos razones principales pueden ocasionar este malestar, un mal manejo del carro o una falla mecánica y es más frecuente lo primero. Jueves de mecánica


 

 

Una cosa es que el motor se recaliente cuando está mal calibrado, o el sistema de refrigeración tiene fallas y otra cuando esto se produce cuando el conductor lo hace mal llevando la máquina colgada, la temperatura excede la capacidad de disipación del sistema y el motor se daña o al menos falla y usualmente queda lesionado el empaque de la culata y, si es más grave la fiebre, se van los pistones, cilindros, culata torcida, etc.

Lo que es normal es que el motor trabaje más caliente y muestre una subida de temperatura por varias razones cuando se viaja en nuestras carreteras.

Una de ellas es por el mayor esfuerzo que hace el motor contra una menor velocidad de marcha y, por ende, de paso de aire por el radiador cuando se hacen los ascensos.

La segunda, es que el aire que se encarga de enfriar el radiador es más caliente, por ejemplo, en Girardot (38 grados o más) que el de Bogotá (18, en promedio). Esos 20 grados de diferencia se verán en el instrumento, pues es imposible que el agua baje más de lo que el agente enfriador le propone.

Y es que el radiador es un acumulador de calor. Este a su vez es transportado por el agua que circula a presión y con velocidad en un sistema cerrado, movida por la bomba que acciona el motor.

El agua debe estar en contacto físico con todas las partes calientes del bloque y las cámaras, en cavidades que van en las fundiciones. Y la presión, que suele ser de unas 12 libras, es clave para que se dé ese contacto y haya la transferencia de temperatura.

Si hay burbujas, el metal hace puntos rojos y tiende a fundirse, pues excede su punto de fusión. Eso es como una epidemia de rápida difusión, porque la ampolla cada vez será mayor y ya el agua no podrá volver por ahí a rescatar el calor. En pocos minutos, la máquina se daña.

Si todo va bien, luego el agua caliente va al radiador, en el cual circula por pequeños tubos (imposibles de sondear físicamente), que a su vez tienen un entorno de láminas que hacen que el aire tenga más contacto y tiempo con esos conductos y la enfríen.

El aire es forzado por la velocidad del carro y cuando esta es baja o está detenido, se enciende un ventilador que, usualmente a velocidad media, ya no funciona.

Como habrá momentos en los cuales la generación de calor es baja y la velocidad alta o el aire del ambiente muy frío, por ejemplo, en bajadas o en las noches, un termostato se encarga de limitar la circulación del agua para mantener una temperatura mínima obligatoria y que es fundamental para que la mezcla que dicta el computador sea correcta y este no asuma que está en condición de encendido en frío y ordene un exceso de gasolina que va en deterioro de la lubricación del motor y de las tripas del catalizador. Por lo tanto, el termostato es obligatorio.

Entonces, cuando esté en carretera o en clima muy cálido, no se angustie si el termómetro marca un poco más de lo usual y, por ello, el instrumento tiene un rango o margen de funcionamiento en el cual nada malo sucede.

Solución. Si empieza a subir mucho, abra la llave de la calefacción y así circulará un poco de agua adicional, que va a un pequeño radiador que hay en la cabina. Usted se recalienta un poco, pero esto ayuda a bajar el calor del motor.


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